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domingo, 3 de abril de 2016

Homenaje a El Roto

@fervidal31

Fernando Vidal (2013) Homenaje a El Roto. Collage.


El Roto es uno de los principales intelectuales españoles, principalmente por la profundidad de su análisis social, expresado en imágenes y en sentencias. En esta composición hemos recogido muchas de ellas formando un único escenario. En una gran explanada se ve el fondo de una gran ciudad dividida por un muro.

A la izquierda de la imagen están enormes chimeneas nucleares (sobre el humo, una sentencia sarcástica: "El desarrollo sostenible de lo insostenible, ¡qué gran programa"), seguidas de edificios bajos y una torre de comunicaciones. Detrás de ellos se extiende una gran favela de chabolas sobre las que hay una denominación: esa villa miseria es la "Obra Social del Fondo Monetario del Banco Mundial". Al lado, un rascacielos junto al que unos poderosos refugiados en los más altos apartamentos dicen, "Cuanto más alto estemos, más tardaremos en caer".

Más chabolas yacen bajo el alto edificio y sobre ellas una imagen del infierno en la que un diablo lleva el tridente, que dice "El infierno es una fuente inagotable de energía". Desde el suburbio de pobreza dicen: "Sólo existimos cuando nos televisan". La parte de ciudad de la izquierda está formada por tres rascacielos de una city metropolitana. Dos frases salen de la actividad de esa city. El Roto pone en boca del dinero personificado una llamada: "¡Dinero llama a dinero, cambio!". y al otro lado el dinero contesta, "Dinero, te recibo, cambio". Toda la comunicación no es entre personas sino entre dinero y dinero. Sobre ese coloquio, una frase lapidaria: "Antes de empujar todos en la misma dirección, convendría saber hacia dónde vamos".

Frente a esos rascacielos del capitalismo hay una gran faz amordazada. Bajo ella, un hombre de traje oscuro parece estar transmitiendo algún hecho ante una televisión, con un papel en la mano. cerca de él, un poste con altavoces. Una frase dice, "La gente está empezando a hacer preguntas, ¡sube el volumen del miedo!". Ese poste de altavoces es la esquina de un largo muro que separa  ua enorme explanada con múltiples personajes típicos de El Roto. En primer plano a la izquierda un hombre al que le han bajado los pantalones y semidesnudo. Bajo él, una hormiga gigante reclama, "¡No somos hormigas!".

Al otro lado, en primer plano a la izquierda un hombre de espaldas es dibujado como una imagen de ganado en la que se distinguen las partes comestibles por sus términos carniceros. De igual modo, el hombre es devorado por el sistema y se diferencian sus partes rosadas: morcillo, pierna, aguja, codillo, paletilla..."

Frente a él, un hombre de gabardina y sombrero le ve y le dice (proceden de dos ilustraciones diferentes), "Se ruega a la población inmigrante que vuelva a sus países de origen hasta que se les necesite de nuevo".

A la izquierda del todo, unas personas han sido colgadas y quemadas sobre una enorme hoguera inquisitorial. Sobre ellos una segunda gran faz mira con la boca abierta a la primera. Entre ambas parece que la ciudad entera sale de sus bocas. Esta segunda faz de boca abierta tiene sesgado el cráneo y de él sale el mismo humo que emiten las chimeneas nucleares.

Un hombre con indumentaria de clase baja salta del muro sobre una mujer que barre en zapatillas y un hombre-anuncio que hablan. Ella simplemente dice “Y se forma un muro”, de espaldas al mismo. En el cartel que el hombre lleva colgando de los hombros está escrito: “Apadrine un banco”. Dos personas sin hogar se encuentran bajo ellos dormitando. Uno dice al otro, “En mi clase nos han quitado la educación urbana y nos han puesto especulación urbanística”. El otro contesta como un niño estudiante, “¡Qué suerte, eso está chupado!”.


Tras ellos, varias figuras de El Roto, sin palabras. Un hombre porta dos bolsas de basura, unos payasos diabólicos cavan una tumba. Un demonio pasea por la ciudad. En medio de ellos, un trabajador sobre una gran roca levanta una bandera que no responde a ninguna nación conocida sino que es una mariposa, única nota de color en toda la ciudad. La ciudad de El Roto reúne los males de nuestra éopca. Es un espejo de lo que sufrimos pero podríamos liberar.

El infierno de Abu Ghraib

Twitter @fervidal31

Fernando Vidal (2013) El infierno de Abu Ghraib. Collage.


Realicé esta composición con imágenes de 11 fotografías de Abu Ghraib publicadas en prensa. El collage tiene tres cruficicados. El crucificado encapuchado de la izquierda es la imagen más emblemática de las tirturas de Abu Ghraib. Al fondo tenemos a un hombre desnudo cubierto de heces y a la derecha a un hombre con los brazos extendidos mirando al cielo: también han derramado blandas heces sobre él y le han cubierto el cuerpo con una materia blanca. Este último hombre parece sometido a un ritual ancestral con ese cuerpo pintado y su estado de alienación.

Bajo él, un grupo de hombres han sido desnudados y han sido obligados a amontonarse unos sobre otros como si estuvieran sodomizándose. Ocultan a toda costa sus rostros. 

En el lateral izquierdo dos hombres encapuchados son sometidos. En primer plano, un hombre con traje rojo de preso, bajo el hombre en cruz eléctrica, es aterrorizado por los ladridos de un perro a quien abalanzan sobre él. Más atrás, un preso en calzoncillos está obligado a permanecer inclinado porque tiene las manos esposadas tras sus rodillas.

Un militar graba toda la escena al fondo, en la posición exactamente a nosotros que vemos todo este paraje infernal horrorizados. En medio, su novia, otra militar, arrastra encadenado a un hombre machacado que quiere se comporte como un perro.

La tortura era física y contra personas, pero las humillaciones sexuales, la obligación de mantener los brazos en cruz y el sometimiento a la torturadora buscaban herir a la religiosidad musulmana. Era un círculo dantesco del infierno pero los diablos no sólo eran malignos sino superficiales. Fotografiar las humillaciones, el infantilismo de algunas de las brutalidades, la inutilidad de lo que hacían y su propia actitud mientras sucedía nos muestra que la superficialidad es a veces mucho más peligrosa que la maldad.



El empleo de Santiago Bou

Fernando Vidal
Twitter @fervidal31

Bou Grasso, Santiago (2008) El empleo. OpusBou. 6:15 m.  http://opusbou.blogspot.com/ & http://www.youtube.com/watch?v=19xP1887bWY

El Empleo es un multipremiado corto en todo el mundo, que trata sobre el trabajo y la solidaridad social. Un hombre se levanta en su casa. En la misma, un hombre hace de lámpara, otro sostiene el espejo, otros hacen de silla y mesa. Una mujer hace de colgador de ropa, paragüero y sombrerero. Todo el tiempo, el hombre no hace el menor gesto, inexpresivo. Sale a la calle y un hombre-taxi le lleva. Dos hombres colgados hacen de semáforos rojo y verde.


El tráfico son hombres llevando a caballo a otros. Entra en un edificio y el contrapeso del ascensor es un hombre muy gordo. Llega a la oficina, en su casillero una mujer hace de percha. Llega a su puesto de trabajo, se pone ante una puerta pero en vez de abrirla se tira al suelo. Él es el felpudo. Tras los títulos de crédito, al final, el hombre-lámpara que había aparecido en la primera escena, se quita la pantalla, la tira al suelo y se va. Una llamada a la rebelión. Sobre una idea de Patricio plaza, Santiago Bou Grasso dirige este corto que reflexiona sobre la alienación en el trabajo.

sábado, 2 de abril de 2016

El naufragio del SIEVX

Fernando Vidal
Twitter @fervidal31



El SIEVX es uno de los más impactantes casos de irresponsabilidad frente a la población solicitante de asilo. Fue un naufragio en el que murieron ahogados 146 niños (tres de los cuales aparecen en esta primera fotografía) por la negativa de la marina australiana a dejarles cruzar la frontera marítima para que pudieran pedir asilo y también su negativa a ayudarles, pues dejaba pruebas de que habían denegado la solicitud.

SIEVX son las siglas de Suspected Illegal Entry Vessel X –Entrada Sospechosa Ilegal del Barco X-, identificador atribuido a un pequeño barco pesquero de 19,5 x 4 metros que había partido del puerto de Bandar Lampung en Indonesia el 18 de octubre de 2001 cargado con 421 pasajeros. Eran refugiados iraquís y afganos huyendo de la zona de guerra, a los que la policía indonesia permitió huir por sus puertos pero obligándoles a punta de pistola a aglomerarse en una embarcación cuya capacidad máxima era de 150 personas. El barco puso rumbo a Australia para solicitar asilo internacional, pero fue interceptado por patrulleras australianas que les impidieron el paso y no les prestaron ayuda alguna pese a la situación extrema que estaban sufriendo. El 19 de octubre a las tres de la tarde el barco naufragó en aguas internacionales sin habérsele permitido atravesar la frontera marítima australiana.
 
Perecieron 146 niños, 142 mujeres y 65 varones. Los pocos supervivientes tuvieron que esperar veinte horas a ser rescatados y quien lo hizo fue otro barco de pescadores, el Indah Jaya Makmur, comandado por el capitán Imam, que logró salvar a 44 náufragos. El 21 de octubre fue salvado el náufrago 45 por otro barco pesquero. Los supervivientes fueron devueltos a Jakarta, aunque se negaron a desembarcar hasta que asistieran agentes oficiales de las Naciones Unidas.

El 22 de octubre la CNN da por la tarde la primera noticia del naufragio pero no es hasta la mañana siguiente, el día 23, que la prensa australiana difunde la información. A lo largo del día, el primer ministro australiano, John Howard, niega que el desastre tenga relación alguna con Australia y asegura que sucedió en aguas indonesias.

En diciembre de ese mismo año aparecieron los primeros testimonios que revelaban el encuentro con las autoridades australianas y su responsabilidad por omisión en el naufragio. Dichos testimonios fueron ganando resonancia pública hasta que en febrero de 2002, cinco meses después del desastre, el Senado australiano preguntó al gobierno vagamente reclamando información acerca de un cierto incidente marítimo sucedido el año anterior. El gobierno australiano trató de encubrir lo sucedido mintiendo ante una comisión especial designada por el Senado para aclarar los hechos, fraude que se hizo evidente para la opinión pública en junio de 2002. Parte de la sociedad civil australiana, liderada por comunidades cristianas, se activó en protesta comenzando un movimiento de solidaridad con las víctimas que pedía responsabilidades del gobierno.

Entre las movilizaciones, la más perdurable  es la que reunió a más de 300 escuelas y grupos locales de todo el país para crear el SIEVX Memorial en Weston Park, Camberra, que atrae a miles de visitantes. Son 400 metros de postes en cada uno de los cuales está grabado el nombre de una víctima y una obra de arte en memoria de las víctimas del SIEVX. Se puede visitar el memorial virtualmente en http://www.sievxmemorial.com/.

El caso del SIEVX se convirtió ese verano de 2002 en una pesadilla que perseguiría al gobierno hasta su caída y que todavía no ha sido aclarado totalmente.


Consultar http://sievx.com/