domingo, 3 de abril de 2016

El infierno de Abu Ghraib

Twitter @fervidal31

Fernando Vidal (2013) El infierno de Abu Ghraib. Collage.


Realicé esta composición con imágenes de 11 fotografías de Abu Ghraib publicadas en prensa. El collage tiene tres cruficicados. El crucificado encapuchado de la izquierda es la imagen más emblemática de las tirturas de Abu Ghraib. Al fondo tenemos a un hombre desnudo cubierto de heces y a la derecha a un hombre con los brazos extendidos mirando al cielo: también han derramado blandas heces sobre él y le han cubierto el cuerpo con una materia blanca. Este último hombre parece sometido a un ritual ancestral con ese cuerpo pintado y su estado de alienación.

Bajo él, un grupo de hombres han sido desnudados y han sido obligados a amontonarse unos sobre otros como si estuvieran sodomizándose. Ocultan a toda costa sus rostros. 

En el lateral izquierdo dos hombres encapuchados son sometidos. En primer plano, un hombre con traje rojo de preso, bajo el hombre en cruz eléctrica, es aterrorizado por los ladridos de un perro a quien abalanzan sobre él. Más atrás, un preso en calzoncillos está obligado a permanecer inclinado porque tiene las manos esposadas tras sus rodillas.

Un militar graba toda la escena al fondo, en la posición exactamente a nosotros que vemos todo este paraje infernal horrorizados. En medio, su novia, otra militar, arrastra encadenado a un hombre machacado que quiere se comporte como un perro.

La tortura era física y contra personas, pero las humillaciones sexuales, la obligación de mantener los brazos en cruz y el sometimiento a la torturadora buscaban herir a la religiosidad musulmana. Era un círculo dantesco del infierno pero los diablos no sólo eran malignos sino superficiales. Fotografiar las humillaciones, el infantilismo de algunas de las brutalidades, la inutilidad de lo que hacían y su propia actitud mientras sucedía nos muestra que la superficialidad es a veces mucho más peligrosa que la maldad.



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