miércoles, 30 de marzo de 2016

Batman v. Superman, en una Sociedad sin Bien

Fernando Vidal
@fervidal31


Snyder, Zack (2016) Batman vs. Superman: Dawn of Justice. USA: DC, Atlas, RatPac & Cruel and Unusual Films. Dist: Warner Bros Pict.

Batman y Superman son hace tiempo iconos del imaginario pop contemporáneo y desde final del siglo XX su formación como figuras míticas no hace sino crecer. "Los mitos crecen en espiral", decía Lévi-Strauss. ¿Qué aporta a esa espiral la película Batman v. Supermán?

1. Una sociedad traumatizada y un poder corruptor

Aunque se ha dicho que la película está rodada desde la perspectiva de Batman, en realidad la narración está hecha desde la visión de Lex Luthor. Éste presenta la principal tesis de la película: ningún poder es inocente, no puede ser totalmente bueno y debe ser controlado. Dice Lex Luthor que "No se puede ser a la vez todopoderoso y todogeneroso. Si es es todogeneroso no se puede ser todopoderoso y si se es todopoderoso no se puede ser todogeneroso". Es decir, el poderoso no puede ser nunca santo. Lex Luthor dice a la senadora que preside una comisión para estudiar el posible control de Supermán: ¿Quiere saber cuál es la mentira más antigua de Estados Unidos, senadora? Es que el poder puede ser inocente". La película es una dura declaración sobre el poder.

El relato comienza situándonos en un mundo traumatizado y muestra tres pesadillas.

(1) La primera es una pesadilla de Bruce Wayne sobre el asesinato de sus padres. Bruce es un niño víctima de la violencia como lo son tantos miles de niños del mundo cuyos padres son víctimas de la violencia. Sueña que caído por una agujero a su futura cueva, son los murciélagos quienes le hacen levitar creando un torbellino a su alrededor. Su trauma no le permite descanso ni redención sino que su vida sólo la inspiran los murciélagos, lo nocturno, el tenebrismo y un espíritu justiciero. Wayne es una víctima atrapada en la violencia.

(2) La segunda pesadilla fue real: la periodista Lois visita a un terrorista en el desierto africano para entrevistarle. La intervención para salvarla causa un centenar de bajas como daños colaterales. Introduce el gran debate sobre las intervenciones militares contra el terrorismo internacional: las acciones militares de Occidente que buscan el imperio de la ley están bajo sospecha. Las acusaciones a Supermán por los muertos laterales es la misma crítica de la ciudadanía contra las operaciones bélicas de los países occidentales. Además, Lois es espiada: se le colocan dispositivos en su cuaderno. Hace alusión al espionaje digital que sufre todo el planeta. Esta pesadilla se proyecta sobre toda la película: no hablamos de Batman y Supermán sino sobre los poderes públicos y gobiernos.

(3) Finalmente, Bruce Wayne recuerda cómo la batalla de Supermán contra los kryptonianos provocó el derrumbe de uno de los rascacielos de su imperio empresarial. Las imágenes hace referencia a los ataques contra las Torres Gemelas en Nueva York: tras el derrumbe todo queda inmerso en el polvo, las personas vagan desorientadas cubiertas de blanco, apenas reconociéndose uno al otro.

Es decir, que Batman v. Supermán habla al mundo traumatizado por el terrorismo y suspicaz con las intenciones de los poderes. El Estados Unidos que interviene contra Al Qaeda había previamente contribuido a la formación de tal monstruo. El Estados Unidos que interviene contra los dictadores tiene también las oscuras intenciones de hacerse con el petróleo y otros recursos que le permitan seguir liderando la economía mundial.

Batman y Supermán encarnan dos tipos de poder diferentes. Supermán quiere encarnar el bien. No sólo hacer el bien sino ser una figura que dé esperanza. Una y otra vez la película le presenta como un dios o un "falso dios" -como pintaron en la estatua que le erigieron en Metrópolis-. Supermán simboliza al poder hegemónico de Estados Unidos, quien se piensa a sí mismo como la mayor democracia del mundo y cree liderar el progreso. Supermán en la película ha perdido la confianza del pueblo y se le exige que se someta al Congreso de los EEUU, a la democracia. Aunque Supermán podría evitar comparecer ante la democracia y la justicia -como los poderes pueden también evitar el control democrático y a los jueces-, decide hacerlo. Pero esa comparecencia será trágica, sin esperanza y multiplicará la indignación popular contra él.

Batman, en cambio, renuncia expresamente a ser un caballero heroico ni parecer bueno. En una conversación con su asistente Alfred, reconoce que Batman siempre ha actuado y actuará fuera de la ley. Batman es la "política realista" que viola la ley para que finalmente se pueda contener al mal. La película de Snyder hace ahondar ese carácter maquiavélico de Batman. Tradicionalmente Batman no mata y si lo hace no se enfatiza. Este punto es importante porque pese a que Batman es radicalmente pesimista con Gotham -la sociedad corrompe a los hombres-, sin embargo tiene fe en la redención de las personas y por eso una y otra vez les interna en el psiquiátrico de Arkham. El malo debe ser redimido de su locura, no de su maldad: cree que las personas yerran porque enloquecen, no porque el hombre sea malo ni se deje llevar por lo maligno. Desde esa perspectiva, hay una cierta asociación extraña entre el Batman maquiavélico que usa todos los medios legales o no para hacer el bien y el Batman de Rousseau que cree que si el hombre hace el mal es porque la sociedad (Gotham) le enloquece y convierte en un monstruo. El mismo Batman -en su punto de monstruosidad- es un niño inocente malogrado por Gotham. Sin embargo, en "el amanecer de la justicia", Batman mata y mucho. Es decir, que no hay un Batman rousseauniano sino que es un Batman trágico que cree en Hobbes: sólo haciéndose un monstruo -Leviathán- se puede controlar la locura que la sociedad provoca.

El tercer personaje es Lex Luthor. Es el empresario dueño de un imperio que no quiere permitir que haya un poder que no esté bajo su influencia o control. Ése es Supermán, alguien que Luthor no puede dominar. Luthor no se cree bueno como Supermán -aunque hace propaganda sobre su bondad y capacidades- ni busca hacer justicia como Batman. Cree en la bondad pero que ésta es irrelevante, una mera opción personal sin papel en la vida pública; para el poder del imperio de Luthor, ser bueno es casi una extravagancia. La sociedad funciona por la ambición e intereses del poder. Cree que Supermán busca el prestigio y la gloria, ser venerado como un dios. La relación de Luthor con Batman es complicada: respeta su maquiavelismo y, como Batman, sabe que los hombres son monstruos. Pero no cree que sea Gotham quien les enloquece sino que es algo connatural en el hombre. No busca redención de nadie sino que funciona hobbesianamente como un lobo con todos. Luthor vive en un mundo sin posibilidad de Dios ni bien. Para Luther, Dios sería el supergeneroso y todo poderoso pero para él no existe Dios porque no es posible el Bien sino sólo el poder. La vida es una función del poder. Luther es Nietzschiano. Su visión es la que atraviesa toda la película.

La película de Snyder es un muy oscuro retrato de nuestro mundo actual: un mundo traumatizado, desconfiado, de poderes deslegitimados y una fuerte desesperanza en la política y la sociedad.

2. Una épica de la vulnerabilidad

Lo que no es tan evidente es cuál es la épica de la película. No es tanto una película de superhéroes como una película de héroes caídos. ¿Qué es lo que hacen Batman y Supermán?

Batman sufre en su propio entorno los daños colaterales que provoca Supermán y cree que ningún poder puede ser absoluto. Supermán debe poder ser controlado e incluso destituido. Le trata como a uno de sus monstruos de Gotham. Quizás peor porque Batman no mata a los monstruos gothamitas y sin embargo planifica meticulosamente el asesinato de Supermán -y finalmente el arma que ingenia es la que asesina a Supermán-.

Supermán sólo hace defenderse una y otra vez, carece de iniciativa. En una sociedad que ha perdido la fe en la esperanza y el bien, Supermán duda de sí mismo, siente la tentación de matar y se encuentra perdido y sin misión.

No se explica bien por qué pasan de querer matarse a hacerse amigos. El cambio se produce muy rápido al mencionar Supermán a su madre por un nombre que es el mismo de la madre muerta de Batman. Ven a la persona real tras la máscara y el ocultamiento. Ven al niño detrás del héroe, cuya madre está de nuevo en peligro. Supermán siempre ha parecido pueril en su aspecto y en su ingenuidad. Por un instante se hacen como niños, se ven uno al otro como niños que no dejan de luchar: Batman por tratar de salvar una y otra vez a sus padres muertos y Clark Kent tratando de ser el caballero salvador que quería su padre que fuera. Ambos luchan por salvar a sus padres muertos. Verse en esa indigencia y fragilidad, verse pobres y amenazado lo más querido -la madre Martha Kent- es lo que les hace unirse. Es decir, que lo que crea la amistad entre Batman y Supermán no es ser héroes sino ser pobres. Es su pobreza y vulnerabilidad la que crea su amistad. Batman no se presentará a la madre de Supermán como un héroe sino como "un amigo de su hijo".

De hecho, lo que va a salvar al mundo del monstruo Doomsday -creado por el imperio capitalista de Luthor- no es el poder de Supermán sino su sacrificio, el no-poder de entregar su vida.

Las debilidades narrativas de la película no permiten ir más allá. La única posibilidad de imperio del bien parece posible desde una estrategia batmanita: un poder que prescinda de la santidad para hacer justicia. Es un bien sin posible santidad. La muerte de Supermán es la muerte de la sociedad buena y una visión trágica de la condición humana. Estamos ante la visión más oscura que se ha hecho de la iconografía superheroica.

Batman -que habita las sombras de la sociedad- llamará a constituir una Liga bajo su signo de los caballeros oscuros: Flash que está fuera del tiempo, Aquaman que está fuera de la tierra -en el océano- y Wonderwoman que está fuera de la historia -princesa mítica dotada de poderes por los dioses-. Supermán, el único extraterrestre parecía el único que estaba a la luz de la sociedad, dentro del tiempo, dentro de la tierra y dentro de la historia. Pero para Snyder parece que el siglo XXI no es tiempo en el que sea posible la santidad.

Lex Luther creía que no era posible Dios porque no se puede ser todopoderoso y todogeneroso. Cuando Supermán va a ser eliminado, le llamada "Nadapoderoso". Y es cierto que sólo el sacrificio nadapoderoso de Supermán salva al mundo. Se puede ser Supergeneroso y Nadapoderoso. Sólo hacerse niños hizo amigos a Bruce y Clark. Sólo el sacrificio venció al mal. Pero continúa siendo dudoso para Snyder que puedan conciliarse poder y santidad. Para Luther -y parece que para Snyder- el heroísmo no puede ser santo, bueno del todo y apenas bueno. La cuestión sigue abierta en esta mitología y parece ser la clave de las obras que enfrentan a Batman y Supermán. Sin embargo, quizás la sociedad no necesite superheroes sino que sólo los nadapoderosos podrán redimir al mundo de su propia desesperanza.





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