Fernando Vidal
Twitter: @fervidal31
La imagen más movilizada del 22 de marzo de 2016 une
las dos mayores tragedias de Europa: los atentados terroristas de Bruselas y el
drama de los refugiados que huyen del terrorismo en Medio Oriente.

El primer niño tiene unos quince años y sostiene en lo
alto un simple papel donde ha escrito con dos rotuladores “SORRY FOR Brussels”.
Bajo las últimas cuatro letras ha pintado unas gotas de sangre que forman un
charco rojo como los que se han visto en tantas fotos de los atentados. El
brazo del niño está rodeado de un vendaje por una herida que se ha hecho y su
sangre se ha filtrado y mancha parte de la venda. Es un chico herido por dentro
y por fuera pero incluso en su pobreza y maltratado por los admirados europeos,
su sentimiento ante los más de 30 muertos de Bruselas es de piedad.
El segundo niño es más pequeño, no tiene más de cinco
o seis años, y se ha pintado en el cuerpo Sorry for Brussels (se equivocaron y
le han escrito Brussles) con letras rojas. En la fotografía aparece desnudo de
cintura para arriba, pantalón de chándal azul y botas de agua de un azul
chillón. Levanta las manos para que el mundo vea su mensaje. Los dos niños
refugiados de Idomeni son una de las mayores muestras de compasión que hemos
visto en décadas.

Los niños refugiados de Idomeni dicen “Sorry for
Brussels” pero deberían decir sobre todo “Sorry for Europe”. Por lo que os
hacemos, por lo que no queremos hacer. Su
piedad por nuestro continente es lo que salvaría a toda Europa.
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