lunes, 28 de marzo de 2016

Soñar la libertad, de Shamsia Hassani

Fernando Vidal
Twitter: @fervidal31


Hassani, Shamsia (2013) Old Dreaming graffiti. Graffiti. Kabul.

La joven artista afgana Shamsia Hassani proyecta sus graffitis en uno de los barrios más míseros de la ciudad de Kabul, donde lo que no destrozó la guerra lo había corrompido la pobreza. La intervención artística de Hassani no crea una composición mural sino que desperdiga varios de los elementos típicos de su iconografía: una mujer con burka, un ojo-pez, una guitarra y florilegios islámicos tradicionales.

La mujer con burka trae prioritariamente la atención. La fotografía permite compararla con la mujer real que labora con los cacharros. La mujer imaginaria también pisa el mismo suelo desagradado y mísero de piedras y agua oscura. Pero su cuerpo está tranformado a pesar de estar cubierto por un burka también. Mira al cielo inspirada o llevada por un sentimiento de elevación. El burka está ceñido al cuerpo y deja ver la cintura y el pecho. Aunque carece de brazos, los hombros parece que indican que tendría los brazos elevados al cielo esperando recibir o enviando algo. El color azul celeste deslumbra el tono apagado y torturado del resto de la población.

Sobre la mujer, un ojo-pez. Es un ojo alargado que tiene vida independiente y que simboliza la conciencia, la capacidad para mirar y saber. Se nos antoja que tiene forma de pez, lo cual enfatiza todavía más que el ojo tiene vida propia. s el ojo de la mujer que está emancipado, salta de su realidad y vuelve a ella para mirarla otra vez. El ojo gira en el aire: miró al cielo y luego ha retornado para mirar la realidad de frente. Está mirando al espectador pero también a la misma calle que hay en medio de ambos. Es la conciencia emancipada de la mujer elevada. El graffiti soñado -probablemente no ejecutado como otros dreaming graffiti de Hassani- es presentimiento de lo que será, anhelo, llamada a las mujeres del barrio, promesa, esperanza. La artista no espera que las mujeres se quiten el burka para comenzara  elevarse y liberarse sino que ya sucede con él puesto: apuesta por una liberación desde la propia tradición, liberando a la propia cultura de quien la manipula opresivamente. 

La guitarra en una de las columnas de las estancias que parecen ser tiendas -o el portal abierto de una vivienda, donde se vende- parece estar apoyada, ser un objeto más. En otras obras de Hassani representa la voz de las mujeres y posiblemente aquí también. No es un objeto tradicional sino que es una guitarra eléctrica moderna. Aunque impulsa cambios inculturados, Hassani también está en permanente diálogo con el resto de la cultura global, a la cual incorpora y que ayuda especialmente a que las mujeres adquieran voz. Para la misma artista, el arte moderno -acusado de occidentalización por los talibanes- ha sido la herramienta principal para poder expresar su feminidad y su conciencia social.

Finalmente, varias filigranas tradicionales islámicas aportan belleza al degradado entorno de este barrio afgano. Del cuerpo del ojo-pez -o tercer ojo de la mujer afgana-, sale una rama a modo de aleta estilizada, en la que incluso se distingue un brote. Más adelante, en una cornisa sobre la estancia en la que trabaja la mujer real bajo burka rosado, hay unas filigranas de color ocre y dos puestos más cerca del espectador hay una palabra escrita en añil que no hemos logrado descifrar aún. A la derecha, el barril metálico está cubierto con líneas dinámicas azules, como una palabra fragmentada. Y finalmente en las maderas que están tendidas en primer lugar hay una flor pintada en gris que quizás podría ser una promesa a tan pobre suelo.

En resumen, Hassani confía en el poder transformador del arte. Signos escritos en un lugar -aunque sea tan pobre como el que contemplamos en la imagen- tienen un poder convocador de las fuerzas del cambio, provoca anhelo y suscita la alegría de la elevación como la mujer que quisiera alzar sus brazos a la libertad y que los espera con paciencia y color. Lo primero para superar la opresión es soñarse libres. Dreaming graffiti.


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