lunes, 28 de marzo de 2016

The old melody, de Shamsia Hassani

Fernando Vidal
Twitter: @fervidal31



Hassani, Shamsia (2015) The old melody. Spray y acrílico sobre lienzo. Los Ángeles: Seyhoun Gallery.

"The old melody" es una obra que la artista Shamsia Hassani pintó en 2015 para su exposición en Los Ángeles. El fondo es un paisaje urbano de Kabul, ensangrentado por las bomba de la guerra y el terrorismo. Hassani pinta en una ciudad en la que prácticamente todos los edificios están heridos por la metralla o han sido parcialmente destruidos y abandonados. Sobre esos destrozos quiere pintar obras que permitan pensar de otra forma y superar la mentalidad de la guerra. En el mural "The old melody" refiere a la vieja melodía de la guerra con sus detonaciones y gritos de las víctimas. Los edificios grises del skyline de Kabul aparecen ametrallados por impactos rojos de los que la pintura hace derramar sangre como si se tratara del cuerpo de una persona.

Ante ellos, hay una mujer afgana. Viste un tradicional traje afgano, liberado de cubrir la cabeza. Por el contrario, la mujer tiene una larga cabellera movida por el viento. La mujer está en actitud meditativa, triste y con las manos unidas ante su boca. Está compungida, con gesto de intenso dolor ante el sufrimiento de los suyos y su país mientras aún suena en su cabeza "la vieja melodía" de las violencias. La guerra afgana sucede en las calles por el terrorismo pero también dentro de los hogares por el terrorismo de la violencia machista que toda mujer afgana sufre en algún momento de su vida y que le condiciona en todo momento.

El pelo ha sufrido una extraña transformación. Es un pelo cano, donde el blanco refleja el largo y profundo sufrimiento de las mujeres en la guerra. Pero además tiene una forma peculiar: forma ojos muy alargados o incluso peces que oscilan con su boca sobre la piel de la cabeza de la mujer. Esos peces tienen enormes ojos, que representan la conciencia. La mujer también protege con sus manos un gran ojo: su duelo es reflexivo y hace nacer en ella una nueva conciencia. El tercer ojo budista aparece aquí como ojo negro: quizás una referencia a la Piedra Negra (al-Hayar-ul.Aswad, en árabe) del Edén que veneran los musulmanes en la Kaaba de La Meca. La piedra era originalmente blanca en el Paraíso pero los pecados de Adán y Eva y sus hijos la tornaron negra. En la pintura de Hassani, no creemos que esa bola negra sea un signo del mal sino más bien es un ojo de conciencia que la mujer protege para que mire su vida y toda la realidad. El burka impuesto a las afganas confinaba la cabellera bajo la dura tela y en este mural aparece liberado. Donde había represión ahora el pelo ha cobrado vida y la mujer mira también por su pelo liberado. Liberar el pelo al viento es un modo de comenzar a pensar.


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