lunes, 28 de marzo de 2016

Shamsia Hassani, Pintar Muros para la Libertad

Fernando Vidal
Twitter: @fervidal31

Ommulbanin Shamsia Hassani nació en 1988 en una familia afgana que temporalmente residía en Teherán, Irán. Su padre es carpintero e ingeniero. Desde tan niña que no puede recordar, comenzó a dibujar un sketchbook y su madre le proporcionó todo el apoyo para que estudiara arte. Pero en Teherán no se le permitió acceder a la escuela de arte por ser mujer. La familia volvió en 2004 a Kabul y entonces sí pudo ingresar en la Universidad de Kabul para estudiar pintura. Tras terminar un postgrado en arte, comenzó como profesora en la misma universidad. Se considera una artista contemporánea en un país en el que el Arte Moderno es rechazado por ser considerado occidental.

En Diciembre de 2010, Combat Communications organizó en Kabul un taller de graffiti. Era la primera actividad celebrada por este pequeño grupo anónimo de artistas internacionales fundado ese mismo año 2010 para la promoción de la libertad de expresión de los jóvenes en Kabul (en Facebook, Combat Comms es: https://www.facebook.com/Combat-Communications-226854990663601/info/?tab=page_info). Shamsia acudió a ese taller (co-organizado por el británico CHU y Shannon Galpin) y nunca había visto nada igual (Gill, 2012) ya que el graffiti era algo inédito en Afganistán. Juntos, los aproximadamente 10 participantes en ese taller pintaron el primer graffiti documentado en Afganistán. Previamente, Shamsia había pintado sobre lienzo pero plasmar su creatividad en obras grandes sobre los muros le produjo la experiencia de estar diciendo algo en voz muy alta a toda la sociedad; elevó su expresión a una manifestación pública. En su primer graffiti ya representó a varias mujeres bajo un burka azul celeste, con una reja ante sus ojos ("Afganas con burka", 2010, Kabul). Fue en ese taller donde decidió crear arte público en su ciudad en ruinas.

Para Shamsia su comienzo como graffitera tuvo lugar en el abandonado y derruido Centro Cultural Ruso de Kabul, un lugar peligroso, minado y lejos de la mirada de la gente. Su intención para su primera obra era hacer una defensa de los Derechos Humanos de las mujeres en Afganistán, declarado el país más peligroso del mundo para las mujeres (en una encuesta de la Thomsom Reuters Foundation en 2011, encabezaba la lista e peores lugares del mundo para ser mujer) y la violencia doméstica tiene tal extensión que prácticamente cada afgana la sufrirá en algún momento de su vida y le da forma a cada aspecto de su modo de vida (Furino, 2016). Shamsia declara que "tengo siempre en mente los asuntos de las mujeres y trato de reflexionar sobre nuestros problemas" (Gill, 2012).

Shamsia crea sus obras en edificios destruidos por bombardeos y atentados. Recrea con voluntad de modernidad a la mujer afgana incluso bajo el burka: su cuerpo es más delgado, fluido, dinámico, sus hombros son más expresivos. Con sus obras, Shamsia busca "escribir un poema describiendo la vida de la mujer afgana" (Gill, 2012). Es consciente de que las víctimas perdidas por la guerra y el desastre nacional no van a volver aunque se recupere el país y la vida se haga más fácil. Al respecto, dice poéticamente que "aunque la corriente de agua llegue a formar un río otra vez, los peces habrán muerto. No hay retorno para los que partieron". Muchas veces representa a mujeres con instrumentos musicales: "Estas mujeres no están tocando los instrumentos para entretener a nadie sino que están empuñándolos por ellas mismas. Muestra que ellas tienen su propia voz" (Vankin, 2016). 

La actividad artística en lugares públicos es peligrosa y Shamsia siempre siente miedo. "Simplemente por ser chica ya oigo un montón de improperios por la calle y si pinto, entonces vienen a acosarme"(Vankin, 2016). Por eso "hago mis pinturas muy, muy rápido" y son pequeñas obras que pueden ser realizadas en corto tiempo. 

La joven graffitera tiene una férrea voluntad de ser agente de cambio social: "Pienso que el arte cambia la sociedad y buscamos dar lo mejor en ello. Incluso si sólo cambiara el pensamiento del 1% de la gente, ya sería algo" (Vankin, 2016). "Quiero hablar sobre la vida de las afganas, encontrar alguna manera de sacarlas de la oscuridad, abrir sus mentes, provocar algunos cambios positivos, tratar de superar todos los malo recuerdos de la guerra de las mentes d el agente; recubrir los tristes muros de la ciudad con colores alegres. Quiero colorear las heridas de la guerra en la ciudad y así se borrará en parte la guerra de la mentalidad de la gente. Quiero hacer famoso Afganistán por su arte y no por su guerra. Quiero mostrar que la mujer ha retornado a la vida pública de la sociedad afgana de una forme nueva y más fuerte. No es la mujer que permanece en su casa. Es una nueva mujer. una mujer que está llena de energía, que quiere comenzar de nuevo" (Oslo Freedom Forum, 2015).

Shamsia ha formado escuela y actualmente es miembro fundadora de un colectivo artístico llamado Roshd a la vez que forma a nuevos artistas jóvenes a crear y ejercer su libre expresión. En 2013 co-organizó el Primer Festival Nacional de Graffiti de Afganistán (gracias al apoyo de la fundación neerlandesa Prince Claus Fund), donde artistas de tres provincias crearon y pensaron juntos durante diez días.


En 2014 realizó una estancia en el Hammer Museum de Los Angeles. Realizó obras en el 4900 West Adams Boulevard y en la Seyhoun Gallery de Melrose Avenue (West Hollywood). En la Seyhoun Gallery expuso en febrero de 2016 una colección de su creación bajo el título Imagine. Fue una experiencia de libertad y encuentro con sí misma al poder expresar todos sus sentimientos. El campo del arte moderno ha ido abriéndose paso en Kabul gracias a nuevas iniciativas como el Centro de Arte Contemporáneo de Afganistán, aunque a la mayoría de afganas no le permiten asistir a eventos artísticos ni culturales.

Una serie de sus obras de 2015 recibe el nombre de "Birds of No Nation" (Hassani, 2015) y lo explica así: "La gente de mi país está todo el tiempo viajando a algún lugar donde estar seguro y encontrar una vida de paz. Y estamos perdiendo a un montón de nuestros amigos y familiares que abandonan el país. Normalmente también los pájaros están viajando todo el tiempo: no tienen ninguna patria" (Vankin, 2016).

Otros posts sobre obras de Shamsia Hassani:



Referencias:

  • Furino, Giaco (2016) Kabul's Female Graffiti Master on the Power of Art. The Creators Project (March 7, 2016). http://thecreatorsproject.vice.com/blog/shamsia-hassani-kabuls-female-graffiti-master
  • Gill, David (2012) Kabul, a City at Work. Video. Kabul: Kabul at Work TV. https://www.youtube.com/watch?v=bMCP82i2reI 
  • Hassani, Shamsia (2015) Birds of No Nation. Video (4:16 m.). Kabul: Daf Records. https://www.youtube.com/watch?v=Xvv54II5hQs&feature=youtu.be 
  • Oslo Freedom Forum (2015) Shamsia Hassani, Afghan graffiti artist. Oslo Freedom Forum (OFF) Exposure (Agust 12, 2015). https://osloff.exposure.co/shamsia-hassani 
  • Vankin, Deborah (2016) Afghan woman risks all to bring color to war-torn Kabul with her street art and feminist murals. Los Angeles Times (March 12, 2016). http://www.latimes.com/entertainment/arts/la-et-cm-shamsia-hassani-afghanistan-street-art-20160312-htmlstory.html






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