sábado, 2 de abril de 2016

El hombre péndulo, de Monica Denevan

Fernando Vidal
Twitter @fervidal31


Denevan, Monica (2007) Pendulum. Fotografía. Birmania. http://www.monicadenevan.com/

En esta fotografía, Monica Denevan muestra poderosa y delicadamente su idea de suspensión. Evoca muchas cosas, pero también que el hombre es el péndulo del universo. No es la medida de todas las cosas sino la conciencia de todas las cosas. No todas las cosas están a sus pies sino que todo el universo late con él, siente pasión por su vida, su itinerario, sus decisiones, sus celebraciones, sus gozos y sus pozos. El hombre es el péndulo que introduce el tiempo en el Universo. Está colgado de la rama del árbol pero podía estarlo del cénit de la clave de la bóveda celeste. El hombre no es un`péndulo regular, como no lo es tampoco el tiempo que nos empeñamos en cuadricular en segundos, minutos, años y siglos. El tiempo no es regular sino intensivo, tiene aceleraciones, dilataciones, saltos cualitativos, discontinuidades, retornos, ciclos y comuniones. El tiempo nunca se repite igual que el hombre que se balancea nunca pasa igual por el mismo sitio, no hay un eterno retorno pero el tiempo sí que es un retorno a lo eterno, la celebración de un origen en el camino al horizonte de destino.


El árbol se alza como mano desde el mar agitado elevando al hombre por encima de la superficie, permitiéndole trazar sus juegos y sueños. ¿No es la vida una danza? El hombre se sabe parte del mar, de allí salió algo que estaba en su origen. Pero sube al cielo un palmo por encima de la superficie, suspendido por una cuerda en la mano paternal de la divinidad.

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