Fernando Vidal
Twitter @fervidal31
Mach, David (2011) Jesus Walking on Water. Collage.
Collection Precious Light. www.davidmach.com
David Mach, autodefinido como
persona no religiosa, se propuso explicar la Biblia como una narración
universal para todos los lugares y épocas. Esa es la clave de su colección Precious Light. Eso es lo que le hace llevar el
pasaje de Jesús caminando sobre las aguas a la actualidad y las aguas de Ciudad
del Cabo cuyo perfil se ve recortado al fondo de la composición. Sobre un fondo
coralino nos encontramos la ilustración del clásico relato.
Las aguas están alteradas y
las olas amenazan con hacer volcar la embarcación que podemos contemplar en el
cuadro. Al menos ocho tripulantes están a bordo, representando a los discípulos
de Cristo. Están atribulados por la enorme ola que a la izquierda (del
espectador) se abalanza contra ellos y barrerá la cubierta. El cielo está
encapotado por nubes oscuras sobre el barco. En el lado en el que se inclina ya
entra agua violentamente dentro. En el agua se encuentra un noveno personaje,
tradicionalmente San Pedro, quien ha intentado sostenerse en pie sobre el agua
valiéndose de sus propias fuerzas, fracasó y se hundió en el agua. En auxilio
de todos ellos avanza un Cristo negro que camina sobre las olas. Interesante
es, en el contexto sudafricano, el contraste entre el Cristo negro y todos los
demás discípulos, que son blancos. Detrás de Cristo el cielo está libre de
tormentas: trae la calma al mar y a los suyos.
La composición está divida en
dos planos. Recordemos que generalmente las representaciones de este pasaje no
muestran el mundo submarino. Mach lo hace. Primero colocando un resplandeciente
filtrado del Sol justo bajo los pies de Cristo, lo cual le da una enorme
intensidad al momento. Es un recurso delicado, inspirador y poderoso. Bajo la
nave, en cambio, hay una densa zona de sombra que contrasta con el otro puto de
luz. Así, el cuadro en realidad forma cuatro cuadrantes. En la derecha Cristo y
a la izquierda la nave de los miedosos discípulos. Arriba la superficie y el cielo
y debajo el mundo submarino. Casi en el punto medio se encuentra San Pedro,
entre Cristo y la nave –que tradicionalmente representa la Iglesia- y entre los
dos planos de superficie y profundidad.
En el plano submarino Mach
recorta y recompone un intenso y vívido mundo de corales, peces, algas y leones
marinos. Una serpiente marina nada por el fondo un paso por delante de Cristo.
La transparencia y riqueza del fondo puede que esté hablando de la interioridad
del propio Cristo, quien corre al auxilio de sus amigos una y otra vez. Es una
obra llena de narratividad, sensorialidad y pureza. La original composición la
convierte en una pieza que no necesita del efectismo y sensacionalismo de otras
creaciones de Mach. En esta ocasión ofrece una impresión en la que habla de la
solidaridad interracial y habla también de la dimensión de la maravilla.
Otros comentarios
sobre obras de David Mach:
Referencias
- Website
personal. www.davidmach.com
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